lunes, 1 de septiembre de 2014

Here I am Canada: Cruzando las aguas y encuentro con los Spanadians 2.0

Hace ya tiempecito que nos escribía pero ahora que tengo un poco más de tiempo. ¡Ya estoy en Canadá! Y ahora es cuando estoy empezando a asimilarlo. Antes de venir pase dos días maravillosos en Madrid. Todos los Spanadians (o sea los becados) nos reunimos en hotel de la capital para recibir charlas y coordinarnos para la gran aventura. Fue muy emocionante conocer a los becados y sobre todo a los Negros Solitarios, que ya los había mencionado anteriormente. Juntos nos lo pasamos muy bien, aprovechamos cada segundo para conocernos y para intercambiar impresiones. A algunos ya los conocía de la reunión que tuvimos en Madrid pero el conocer a otros becados y verlos en persona fue el mejor regalo de esta mini experiencia.
Los Negros Solitarios




En esos días también visitamos al embajador canadiense Joe Allan. Nos ofreció una recepción en su hermoso jardín y pudimos charlar con él. Un hombre super campechano y amable, al igual que su esposa Clare. También estaban allí agregados de la embajada y creo que jamás me podré olvidar de uno de ellos, un hombre llamado Simon que era muy agradable. Todos los becarios llevábamos una identificación con el nombre y el lugar al que íbamos: Simon, al ver que yo iba a Cape Breton, me dijo que en la isla había más “mooses” (alces) que personas. Sabía que Canadá estaba poco poblada pero a tanto no llegué. A otro Spanadian que venía de la Rioja e iba a Annapolis Valley, le dijo que ese lugar se dedicaba a la producción vinícola. Grandes casualidades. A todos ellos les deseo lo mejor en esta aventura que empezamos y en la que cada uno dará lo mejor de sí mismo, aprenderá y sobre todo crecerá como persona.


El 27 de agosto volamos desde Barajas a Toronto. El vuelo duró como ocho horas y media, pero no se me hizo muy pesado. Jamás había estado en un avión tan sumamente lujoso, o por lo menos para mi. El hecho de ver una película en el respaldo de un asiento me sorprendió como un niño lo haría al descubrir algo nuevo. Creo que jamás perderé eso, el ilusionarme y dejarme por la cosas con la inocencia de un niño. La variedad de películas era amplísima, desde "Mamma Mia" (la cual vi) hasta "Volver". Imaginad a un canadiense intentando ver "Volver", sería súper gracioso.

Cruzando el charco
Llegamos a Toronto, al International Pearson Airport y tuvimos que pasar la aduana. En realidad me esperaba la típica escena en la que dos policías 4x4 te preguntaban cosas como si quería matar al presidente de USA, pero en realidad fue un proceso de lo más normal. Nos preguntaron de dónde veníamos, adonde íbamos, qué íbamos a hacer...todo muy común, pero eso sí. Los policías 4x4 allí estaban. Desde allí tuvimos un vuelo de conexión con Halifax, que duró como dos horas y pico. Al llegar allí, algunas familias ya recogieron a sus alumnos y me pareció todo súper tierno. A mí y a otro dos compañeros nos recogieron con cárteles y me hizo muchísima ilusión. De allí fuimos a un súper hotel de lujo a Halifax.
Al día siguiente Sergio (dejalanievecaer.blogspot.com otro Spanadian de Cape Breton) y yo tomamos un shuttle. El “shuttle” me recordó vagamente a las furgonetas que se usan para vender fruta en los mercadillos, pero estaba bastante bien apañada. En el viaje ya empecé a darme cuenta de que Simon, el agregado, se había equivocado. En Canadá hay más "Tim Hortons" (algo así como Starbucks) que canadienses y los parajes me parecían de película.
Sergio y yo en el Shuttle
Hasta aquí mi “vida como española”. Ahora estoy recorriendo diversos sitios de Cape Breton y empezando a ser una verdadera Spanadian, integrándome en mi nuevo país de acogida: Canadá, pero pronto postearé sobre mis primeras impresiones y sobre la semana que estoy pasando en Long Island, NS. Hasta entonces, me despido de vosotros! Un besazo enorme, empecemos a escribir negro sobre blanco.

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