viernes, 22 de agosto de 2014

Don't stop me now, there we go!

Viernes, sábado, domingo y a por el sueño canadiense. Pero hasta que llegar a este momento, me tengo que remontar hasta estas últimas semanas. Realmente, el papeleo no se ha terminado hasta hace poco y ha resultado un proceso algo tedioso. Jamás había ido tantas veces a Correos como en estos meses, ni por supuesto consultado el e-mail al que antes, tenía abandonado y lo miraba cada cierto tiempo. Aunque todo eso, ha merecido la pena.


Cada día que pasaba y que más cerca estaba del Gran Día, los nervios como es normal crecían. Creo que cada persona canaliza lo que le ocurre de manera distinta pero en general y como guía para un futuro aventurero o becario tengo que decir que los principales síntomas al acercarse la señalada fecha son: nervios, momentos de bipolaridad, sensibilidad al máximo y enfados sin motivos. Más o menos como la adolescencia pero constante y concentrado en pocos días. A pesar de todo, tengo muchísimas ganas e ilusión, ya estoy deseando también conocer a los Spanadians y Negros Solitarios . Creo que va a ser una experiencia fantástica, que voy aprender a parte de obviamente de conocimientos (prometo dedicar un post al sistema eduactivo de Canadá porque creo que tenemos que aprender de ellos un montón), voy a aprender a conocerme más a mí misma e incluso el fracaso y cómo afrontarlo. Tengo grandes expectativas puestas en este viaje pero por supuesto, la principal pieza que ha de funcionar para que se cumplan soy yo misma. Aunque todavía vivo ausente a todo esto y creo que no esta pasando a mi. 

En estos días las despedidas y quedadas con amigos son muy frecuentes, pero he querido hablar en especial de una ya que es un poco el espejo donde reflejarme y el principal impulsor para que me decidiera a echar la beca. Mi gran amigo Jorge (haciendo otra vez publicidad sobre su blog) me ayudo muchísimo en un ratito que quedamos. Os animo a leer y releer su blog, porque es un verdadero ejemplo de lo que es pelear por un sueño y una gran persona con una bondad y paciencia infinta.





Los dos valdemoreños internacionales

Pero también para llegar aquí tengo que agradecérselo infinitamente a mis padres, mis amigos, profesores y a todas las personas que me han ayudado y han apostado por mí. La próxima vez que escriba ya lo haré desde CANADÁ, y contaré estos días tan ajetraidillos que me esperán en Madrid y viaje taaan largo hasta llegar.


- Adelante por los sueños que nos quedan, adelante por aquellos que están por venir, adelante porque no importa la meta, el destino es la promesa de seguir adelante-