Fue un viaje maravilloso, desde luego, el mejor que he echo hasta ahora. Además de conocer a gente nueva de infinidad de países, vi a Spanadians: Sara desde Tenerife y Amalia (con la que me senté en el viaje de ida a Canadá) desde Córdoba.
Nuestro vuelo salió desde Halifax, y con una escala en Montreal, llegamos a Toronto en dos horas y media. Aunque ya había estado en el aeropuerto de Toronto, esta vez aterrizamos en el aeropuerto con el que opera la compañía Porter. El avión aterrizó en una isla en medio en la ciudad, enfrente del Rogers Centre y la CN Tower. Espectacular. El hotel donde nos alojamos estaba en medio de Toronto, a 5 min. del Eaton Centre (un Times Square más pequeño).
Toronto iluminado, con todos los rascacielos a parte de hacerme sentir en Norte América y pisar una de esas ciudades que siempre aparecen en las películas, me hizo sentirme un poco como Alfredo Landa en sus películas cuando iba a la gran ciudad: solo podía gritar y saltar, una mezcla de exaltación, incredulidad y alegría. Esa noche cenamos en la plaza que he mencionada y nos fuimos a dormir pronto - lo mejor estaba por llegar!
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| Míriam de Républica Checa y yo |
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| Feeling tiny in Toronto! |
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